¿Te has parado a pensar en todas las cosas importantes que has hecho en los últimos doce meses? De entre todas ellas, hay tres que aún no conoces. Y van a permanecer para siempre.
Pobreza e infancia nunca deberían ir unidas. En 2018 seguimos actuando para asegurar el bienestar, la salud y el desarrollo personal de casi 3.000 niñas y niños en situación vulnerable. E hicimos valer su derecho a una infancia segura y a vivir en familia.
Pero la familia no siempre está presente y muchos tienen que crecer sin ese refugio. El año pasado, 80 niños y adolescentes sin familia encontraron un hogar en nuestras viviendas tuteladas del Programa Mentor. Hoy tienen un lugar seguro y afectivo donde vivir.
En todas nuestras escuelas hay niñas y niños desprotegidos. Porque no tienen el cariño que necesitan, porque tienen problemas graves en casa o incluso por ser víctimas de violencia.
Darles toda la atención que necesitan hoy es asegurar su educación de mañana. El año pasado llegamos a 1.900 alumnas e alumnos en toda Galicia. Ahora que vuelven a soñar con lo que quieren ser de mayores, seguimos a su lado para que nunca pierdan las ganas de aprender.
¿Imaginas no tener familia ni trabajo? Ante la precariedad laboral, los más desprotegidos son aquellos que no tienen respaldo familiar. Cientos de jóvenes tutelados están obligados a encontrar un medio de vida porque no tienen una familia a la que volver.
En estos 12 meses, más de 400 chicas y chicos en especial fragilidad lograron su primera oportunidad de trabajo. Más de 400 sueños hechos realidad: para todos ha llegado el día en que por fin pueden volar sin ayuda.
Gracias a todas las personas y entidades que nos apoyan, este año
seguimos creciendo con ellos para que nada les borre la sonrisa.
Contigo podemos darles la protección y la educación que necesitan. Juntos haremos posible que sean de mayores lo que sueñan ser.