¿Cómo percibe la juventud la migración?

España y Galicia son lugares cada día más diversos, y eso debería ser motivo de celebración. Nuestros círculos más próximos, los contenidos que consumimos en las redes, los ambientes de trabajo o de estudio se van ampliando en favor de una sociedad más plural. Pero donde crece la diversidad, crecen también los discursos de odio contra el diferente, algo especialmente preocupante entre la juventud cuando hablamos de las personas migrantes y racializadas.

Gran parte de las chicas y chicos en España perciben la migración como algo positivo, que favorece el crecimiento económico, la pluralidad cultural y el aumento de la natalidad. Pero hay cifras que aún debemos cambiar. A un 18’5% de los jóvenes no les gustaría tener de vecina a una persona racializada. Un 21% no querría tener una pareja extranjera. Hay un porcentaje, bajo, pero importante, de personas que siente algún tipo de rechazo hacia las personas migrantes, lo que demuestra la necesidad de redoblar los esfuerzos ante la intolerancia y el desconocimiento.

Las viviendas Mentor son un ejemplo de integración. En ellas se trabaja diariamente en favor de la convivencia para construir un futuro en común. Allí comparten espacio, tiempo y vivencias jóvenes de orígenes muy diferentes, que reflejan la diversidad propia de la sociedad gallega del siglo XXI. Una diversidad en términos de raza, sexo, religión, clase… que nos ayuda a construir una sociedad más justa.

Por ese mismo motivo, conocer es el primer paso para respetar. Mucha de la intolerancia de la que nos hablan estos datos está motivada, no tanto por la migración, sino por motivos de clase y posición social, mucho más compleja de erradicar. La conclusión es que la percepción de la migración por parte de la juventud española está llena de contradicciones. Debemos aprovechar esas contradicciones para generar preguntas, curiosidad y ganas de conoces a las personas más allá de nuestro círculo más próximo.