Invertir en la infancia no puede esperar

La pobreza familiar afecta al 31% de la infancia y la adolescencia en España: uno de cada tres niños y niñas padecen pobreza o exclusión. En Galicia son más de 90.000.

Poner a la infancia como prioridad pública no puede esperar más. Hace solo unos meses la ONU alertaba con “seria preocupación” de la baja inversión que España dedicaba a la protección de la infancia. Tras la nueva creación del Alto Comisionado para la Pobreza Infantil, en igaxes consideramos urgente acometer medidas en estas cuatro áreas.

1. Ayudas a las familias

La única ayuda directa por hijo o hija a cargo es de 24,25 euros mensuales. Y solo una de cada 10 familias la percibe. Es preciso aumentar esta ayuda hasta equipararla con las de las principales economías de la UE (entre 80 y 180 euros por hijo/a menor de edad) y también incrementar el umbral de renta para poder percibirlas.

En este sentido debe tenerse especialmente en cuenta la situación de las familias monoparentales. Más de la mitad de las madres solas con hijos están bajo el umbral de la pobreza.

2. Salud y protección

Tanto Naciones Unidas como otras organizaciones internacionales como Save The Children llevan mucho tiempo demandando una Ley de Protección a la Infancia para dar una respuesta firme y eficaz ante las situaciones de desamparo que afectan cada día a muchas niñas y niños. 

A la espera de que esta ley integral llegue finalmente, es de la máxima urgencia establecer protocolos de detección y atención inmediata ante casos de violencia, abuso o situaciones que pongan en peligro el bienestar y la salud física y emocional de niñas y niños. Escuela, servicios sociales, sanitarios y de seguridad deben actuar conforme a estos protocolos y en coordinación permanente.

3. Equidad educativa

La relación entre pobreza y fracaso escolar es un hecho probado. Pero el sistema educativo no está dando respuesta a las necesidades del alumnado más desfavorecido.

Para que todos puedan aprender en igualdad de condiciones es necesario invertir en equidad. Esto implica garantizar transporte, comedor y material escolar. Pero también refuerzo educativo, atención psicosocial y servicios de logopedia.

También hace falta reforzar el sistema de becas en la etapa obligatoria, flexibilizando los requisitos de concesión y renovación. Y ofrecer cobertura para actividades culturales, deportivas o de participación comunitaria fuera de horario escolar.

4. Ocio y conciliación

Ningunha niña y ningún niño debería tener que pasar las tardes sin compañía. Se necesitan medidas concretas para las familias que carecen de recursos para conciliar. En igaxes apostamos por convertir gradualmente las escuelas en centros comunitarios, dotados de recursos y capacidad para albergar, fuera de horario escolar, actividades para aprender, jugar y relacionarse.

En territorios con alta dispersión poblacional como Galicia, estas medidas deben complementarse con un servicio de comedor-merienda y una red de transporte adecuados para que nadie se vea discriminado por razón geográfica.

«Invertir en infancia
siempre debe ser una prioridad»


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