Las y los chicos adolescentes viven en la realidad de tener que decidir quienes son, hacia dónde se quieren dirigir. Cada una y cada uno, con sus peculiaridades personales y sociales, con su herencia cultural y familiar. La mayoría de las y los jóvenes cuentan con el apoyo de su entorno, que los acompaña, pero algunas y algunos chicos carecen de esta red de apoyo y deben crecer y crear su traje sin ayuda.
La juventud tutelada nos da, en muchos casos, un ejemplo de constancia y superación que muchas veces olvidamos reconocer. El pasado carnaval, los jóvenes vistieron el traje tradicional de Galicia que construyeron con paciencia, esfuerzo y mucha ilusión. Con esta actividad de costura aprendieron una nueva habilidad, que les ayudará en su camino hacia independencia y fomentaron su creatividad, comunicación y respeto a la propia cultura.
Contigo podemos darles la protección y la educación que necesitan. Juntos haremos posible que sean de mayores lo que sueñan ser.